sábado, 17 de abril de 2010

Gloriosas cartas de amor


Cartas. De amor. Gloriosas cartas que antes o después se nos quedan adheridas a la piel del corazón. Acaso para siempre. Tal es la clave y el caso de los ejemplos, tan diferentes, entregados, tan tiernos, que ilustran un blog en el que hoy, por encima de cualquier otra razón o circunstancia, anida la pasión.
De A para X
“Lo efímero no es lo opuesto a lo eterno. Lo opuesto a lo eterno es lo olvidado… Son las cosas pequeñas las que nos asustan. Las cosas inmensas, aquellas que pueden matarnos, nos hacen valientes”.
“No sé que palabras usar. Las palabras nunca vienen en tu ayuda. Pero entre las palabras inútiles verás lo que vi. Varios montones de ciruelas, pilas, rimeros, cargamentos de ciruelas azules cubiertas de escarcha… Me sorprendió su color. Pese a la escarcha, el azul de las ciruelas era incandescente, radiante. No te equivoques: ningún cielo tiene ese azul; era el azul de las pequeñas ciruelas maduras. Y su azul es lo que quiero hacerte llegar esta noche a la celda, mientras escribo a oscuras”.
Así le escribe A´ida a Xavier. Él ocupa la celda número 73, dos metros y medio por tres, de una cárcel de máxima seguridad, acusado de ser el fundador de una red terrorista. Está condenado a dos cadenas perpetuas.
Las cartas son reales y fueron encontradas en un casillero de aquel habitáculo en un paquete atado con una cinta de tela cuando éste recluso fue trasladado a otra prisión.
La correspondencia se mantuvo durante años y ha sido textualmente transcrita por el escritor John Berger en uno de los libros más conmovedores que la literatura epistolar haya generado. Por encima de la condición del detenido, que sólo hace breves anotaciones al final de algunas de las cartas, las palabras y la sensibilidad de A´ida transmiten un amor de una profundidad sin límites desde la primera a la última entrega, aquella que concluye:
“Yo sueño un momento para tocarte. Luego dormiremos. El sueño es la primera casa, una casa sin techo, ni paredes ni cama… Esta noche te llevo, amor mío, a la primera casa. La deslizaré bajo la puerta monstruosa, y me encontrarás dentro”.


JAVIER LÓPEZ IGLESIAS De A para X
John Berger
Alfaguara

3 comentarios:

  1. Que hermoso esto...un amor tan auténtico y profundo. Bellísmo, me tocó el alma...y me vino a la mente una canción de Sabina: "Y morirme contigo si te matas
    y matarme contigo si te mueres
    porque el amor cuando no muere mata
    porque amores que matan nunca mueren"
    Gracias! un abrazo azul...de ciruelas.

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  2. Conmovedor, sí, y más cuando el amor es así de verdadero, la condición del prisionero pasa a un segundo plano, aquí, como bien comentas lo más importante son esas Gloriosas cartas de amor, me encantan las cartas de amor.

    Besos y ;)

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  3. Bello...bello, que lindo sería escribir cartas de amor y enviarlas en forma masiva, con papel perfumado y besos de carmín,jamás se compararía con un correo electrónico.

    Abrazos Amiga!

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Gracias!!