martes, 18 de mayo de 2010

¡Te quiero tanto!



-¡Te quiero tanto!.
-No, yo más.
-¡No puedes saber lo que siento tan profundo por ti!.
-Tú tampoco, lo mío es muchísimo mas profundo.
-Pero, es que, hoy sé que solo he nacido para hacerte feliz, para darte dicha y placer.
-No invadas mi terreno, soy yo, quien quiere darte placer, hacerte el ser mas feliz del mundo.

Llegados a este punto, y viendo la imposible convivencia, la total incompatibilidad de caracteres, se dieron la mano y quedaron como amigos, renunciando, elegantemente, a la mas mínima posibilidad de ser amantes.


5 comentarios:

  1. Querida Mária, es así, llamamos amor a otros sentimientos como la posesividad.
    Un abrazo!

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  2. Sucede a veces que es tan dificil discernir entre el amor y otros sentimeintos muy, muy, muy parecidos y pegadizos...

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  3. María, hay que ver con tan pocas palabras lo bien que has descrito la incompatibilidad de caracteres, muuuuy bueno.

    Besos.

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  4. Me gustaaaa...

    naranja + limón = amigos...

    sal y pimienta se complementan,

    Luna y Sol, rara vez se encuentran,

    mares y pinos bailan contigo...

    Esto sí que lo has escrito tú, encantadorrrr!!!

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Gracias!!