lunes, 17 de mayo de 2010

¿Tu finalidad?



Carta de Alejandro Jodorowsky:
Cuando huí de México, llevándome en el automovil todo el material de mi película “La Montaña Sagrada”, las autoridades me amenazaban  con quemar los negativos si no accedía a cortar más del 40% de las imágenes, y me refugié en Nueva York donde realicé el montaje.
Comencé, por la angustia, a sudar durante la noche de tal modo que empapaba unas ocho camisetas. Esto me impedía dormir… Un amigo me dió la dirección de un médico en el barrio chino. Era un sabio que no sólo ejercía la medicina, sino también la música, la poesía y las artes marciales… Sus consultas eran gratuitas…
Me senté frente a él, me observó con sus ojos rasgados y, de pronto, me preguntó: “¿Cuál es su finalidad en la vida?… Me sorprendí. “No vengo a tener una conversación filosófica. Vengo a que usted me cure de esta incesante transpiración”
El anciano insistió: “Si usted no tiene una finalidad en la vida, no lo puedo curar”… Había tal claridad, tal bondad, tal desprendimiento en ese ser, que estuve a punto de llorar. Me oí responder: “Mi verdadera finalidad no es triunfar en el arte, sino en mí mismo: quiero llegar a crearme un alma, quiero obtener la conciencia suprema”…
“¿Para qué?”, me interrogó, sonriendo.
-Para trasmitirla. Nada para mí que no sea también para los otros.
Sólo entonces accedió a tomarme el pulso, a darme una lista de plantas chinas, frutas secas y semillas, que tuve que comprar en la farmacia del barrio. Debía dejarlas hervir y luego beber la infusión. Cesé de transpirar, cesaron mis angustias, supe que desde ese momento trataría de llegar a un arte capaz de curar.
Si el mundo va mal, no solo debemos hacer un arte que cure, sino también negocios que curen, edificios que curen, periódicos que curen, políticas que curen, filosofías que curen…
Mi finalidad temporal debe sumirse en la finalidad general, la de la raza humana.
Conoceremos todo el Universo. Viviremos tantos años como vive el Universo. Nos convertiremos en la consciencia del Universo. Lo mejoraremos…

Alejandro Jodorowsky
Foto: mis pies, que por algún motivo siempre cavan hacia adentro.

7 comentarios:

  1. bonita entrada que nos hace recapacitar sobre nosotros mismos un besote guapa!

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  2. HOla María, quería saludarte, te veo por el blog del Elchiado de vez en cuando y las amigas de mi chiado son mis amigas, jiji. He leído alguans cosillas de tu blog y me gusta, me identifico y te leeré de vez en cuando, que aunque tengo pokito tiempo ahora los blogs son un regalo. Un abrazo

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  3. Por cierto, pasaré por aquí porque nos recibes con la sabiduría de palabras de Einstein, la magia de Eva luna, la morriña de Rosalía de Castro, la magia de Coelho, los versos de Neruda, Pessoa, Benedetti y nuestro Lorca, nos acercas a la india con mi querido Tagore y nos deleita la perfección de Cortázar....sólo por ésto te doy las gracias y eso, que pasaré cuando tengo un ratito. un beso

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  4. El contacto de la arena sobre los pies también es curativo... desde luego, aunque... esos no serán tus pies, no, no, a mí no me engañas... yo sé que tú eres una sirena, que vives en el mar, que tus lágrimas se funden con las olas... ¿o no? O igual las sirenas de hoy en día también pueden lucir tacones, no sé...

    Ah!, y que me gusta cómo imaginas y expresas lo que no ves.
    Un beso, Mária.

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  5. Elchiado, ya sabía que esta foto iba a hacer dudar a más de uno de mi condición de sirena.
    No es todo lo que se ve.
    Mis pies cuando salgo a la arena siempre cavan hacia adentro, siempre echan en falta el agua, el mar.
    Y si...tambien uso tacones porque me encanta disfrutar de todo lo de esta vida de los humanos, pero siempre vuelvo al mar, porque allí tambien vivo.
    Publicaré en breve mi foto de sirena, para aquellos que dudan.

    Ningún humano me pidió jamás ningunas de mis lágrimas..y eso que las regalo.
    Un beso de sirena, Elchiado.

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  6. Todo lo que hagamos para y por nosotros mismos debe ser para bien de toda la humanidad...por eso aspiremos a una mayor apertura hacia nuestro yo superior para que las emociones negativas generadas por el ego desaparezcan!..
    Que belleza enterrar los pies en la arena y lavarlos en el mar :) una delicia!
    Abrazossss

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  7. ¿Dudar? Yo casi no he dudado, Mária, dije:"...a mí no me engañas"... bueeeeeno, vaaale, igual he dudado un pocoooo (pero no he querido hacerlo) Me quedo con tu beso de sirena y guardo alguna de tus lágrimas para mi mar. Me gustan los tacones (no para mí, evidentemente) Supongo que debes de ser encantadora, aparte de sirena, así que te mando un beso con escafandra (para que te acaricie la frente en tu reino de agua sin perder intensidad) Y ya no dudo más.

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Gracias!!