martes, 13 de julio de 2010

Otros goles


Sí sabemos lo que pasó...que ganamos la Copa del Mundo, y eso nos ha hecho sentir con una fuerza como nación que hacía tiempo que no teníamos. No hay resaca, no debería haber resaca. Deberíamos aprovechar esta fuerza para seguir adelante. Es una oportunidad que nos da la vida.
No debemos ni podemos volver a nuestra "rutina".
Despierta!!! Despierta!!!!Despierta....ya!!!!


Dicen los comentaristas deportivos que cabeceó con el corazón, con el alma de todo un país. ¿Quién movió la cabeza de Puyol? ¿Solo, el propio delantero, o con el apoyo de los millones de españoles que corrían con él, que insuflaban al futbolista y a su equipo ánimo en su espíritu, fuerza en sus músculos, precisión en sus movimientos? Adquirimos una  fuerza impresionante cuando juntos/as apostamos por metas colectivas.

¿Y si nuestros  balones volaran más alto? ¿Y si colocáramos más arriba nuestras aspiraciones, nuestras porterías? Hemos de batirnos también en otros campos, sobre otras alfombras, ante otras redes…  ¿Y si el sueño de “la roja” fuera más ancho? ¿Y si ese desbordante caudal de energía colectiva nos siguiera acompañando tras otras metas? ¿Y si la verdadera batalla no fuera contra los de blanco o los de naranja? ¿Y si tuviera más que ver con mejoras globales, con dignificar y elevar la vida en todas sus manifestaciones?

El entusiasmo mantiene vivos a los pueblos, pero un campo de fútbol, por muchas cámaras que se le echen encima, es un espacio muy limitado. La palabra “entusiasmo” viene precisamente de “en-theos”, que significa “lleno de Dios”. Cuando somos “en theos” podemos cumplir imposibles. Vivimos un entusiasmo colectivo que nos ha proporcionado “la roja”, pero dicen que en realidad ese Dios del coraje sin fondo está con nosotros  en todos los “choques” que merecen la pena, en todos los desafíos  nobles, por difíciles que se manifiesten.

El mundo no cambiará por más balones que se encajen en una u otra  portería. Pero  todo  este “ensayo” del mundial nos ha  servido para vivir la experiencia del entusiasmo colectivo. Sudáfrica fue sólo laboratorio. Ahora tocan otros tantos, ahora llegamos a las auténticas finales. Ahora toca gol al hambre, a la explotación, al armamentismo…, cabezazos de muerte a la violencia, a la división, al odio… Ahora toca el “A por ellos” de verdad…, a por la miseria, la enfermedad, el analfabetismo, la degradación de la Tierra…  ¿Cuánto mundial aún por  jugar? ¿Cuánto gol aún por  marcar? No sabemos lo que hará “la  roja”, no sabemos lo que ocurrirá el domingo al atardecer, pero todos merecemos un trozo de gloria, el gozo de constatar que nuestro equipo, por nombre  Humanidad, también progresa. Todos  somos seguidores de ese gran Club de  6.000 millones de socios. Medien o no brillantes cabezazos, todos merecemos alzar una copa de victoria.

La dignidad antecede a la gloria. Todos sin exclusión alguna la meritamos, dignidad de todos los niños de la tierra que bien de mañana cogen cuadernos y libros y marchan hacia una pizarra, la dignidad de todas las mujeres de todas las latitudes por fin respetadas y honradas; de todos trabajadores/as recompensados con justicia en su tajo; la dignidad de todos los hogares con un pan en su mesa; la dignidad de todos los seres, de todos los pueblos por fin considerados, por fin libres… He ahí sólo algunos goles que nos aguardan.

Mantener el ardor colectivo nos permite atender otros retos. El Dios de la vida  y el entusiasmo, el Dios de la fuerza y la bondad infinitas, “que los hombres distintos llamamos con distintos  nombres” (Lanza de Vasto), siempre está  con nosotros, cuando nuestros balones cobran altura y nuestras porterías también se elevan.

Reciclemos pues ese coraje grupal. Vayamos juntos a por otros goles. Vayamos a por una gloria que vista todos los colores, que campe en todas las geografías; una gloria que no se acabe en una orgía de cuestionable gusto en la céntrica fuente de una ciudad eventualmente dichosa; gloria que perdure, gloria eterna de todos los hombres y mujeres de la tierra compartiendo y cooperando, viviendo en auténtica paz, en genuina fraternidad.

Ficción de deporte y cerveza a granel, cuando la realidad permita todo el juego, cuando la explotación y el horror sean derrotados. Mientras tanto, no decaiga la ilusión, no nos abandone el próximo lunes el entusiasmo. ¡Juntos podemos! Ese Dios sin nombre, ese Dios con todos los nombres, afina nuestro tiro ante las mentadas y urgentes porterías. Hay camisetas para todos. Sudemos batallas  verdaderas, penaltys que harán historia. Saltemos juntos  a la causa común, al campo ineludible, mañana puede  ser demasiado tarde.


Koldo Aldai

6 comentarios:

  1. Estamos super contentos de ser españoles y haber ganado esa pedazo de copa.... Pero una vez más vimos en la historia del futbol el mal perder, la perdida de modales, la mala educación.... El albitro por su parte...... permitió todo lo habido y por haber..... pero bueno... las injusticias siguen sucediendo en este planeta

    Felicidadeees!! Pudiiiiiimooos

    Un Saludo

    ResponderEliminar
  2. Al final quedaron dos grandes equipos pero nosotros fuimos los mejores, a pesar del dichoso árbitro y la caña que intentaron el equipo contrario.
    Es verdad, desde hace muchos años, no nos habíamos sentido como nación. Quizás por las connotaciones negativas que lleva ese sentimiento consecuencia de otra época. Una amiga mía escribió en su facebook en el día que ganamos, hoy será un día en el que se pueda sentir patriótica sin tener que parecer ser franquista, y en cierta parte tiene razón porque si un día nomral sales con una bandera de españa, nuestro primer pensamiento es ese. En fin, ganamos el mundial y estamos más unidos que nunca, eso es lo importante.

    ResponderEliminar
  3. Has hecho unas magníficas reflexiones. Ya ganamos y ya pasó. Estamos un poco resacosos ya de fulbol. Un poco de pan y circo, como decían en Roma, ha venido bien, pero ya es hora como bien dices de meter otro tipo de goles en otro tipo de porterías. Por ejemplo, a ver si meten el gol del "Lo siento" en la portería de la disculpa los que acusaron a una mujer que cumplia con su trabajo de que España perdiera un partido. Que ya estamos hartos, desde Eva y Pandora, de que la mujer sea la culpable de todos los males del planeta.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Qué asi sea!!

    Marpin,un beso por ese comentario!!

    Uiiiiii Maria, como me gusta esta musica que has puesto.

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Ha sido estupendo porque además de ganar el Campeonato, ha conseguido que despues de mucho tiempo, todos los españoles estemos unidos. Ojalá lo siguiéramos para otras muchas cosas más importantes, no pierdo la esperanza.

    Un abrazo

    Pilar

    ResponderEliminar
  6. Querida Mária, excelente reflexión subiste amiga. Me gustó mucho todo lo que dice sobre el entusiasmo colectivo.
    Y por supuesto también los felicito por ser los campeones!
    Un abrazo!!!

    ResponderEliminar

Gracias!!