jueves, 16 de septiembre de 2010

ME DOY PERMISO PARA......


Me doy permiso para separarme de personas que me traten con brusquedad, presiones o violencia,de las que me ignoran, me niegan un beso, un abrazo...No acepto ni la brusquedad ni mucho menos la violencia aunque vengan de mis padres o de mi marido, o mujer. Ni de mis hijos, ni de mi jefe, ni de nadie.
Las personas bruscas o violentas quedan ya, desde este mismo momento fuera de mi vida. Soy un ser humano que trata con consideración y respeto a los demás. Merezco también consideración y respeto. 

Me doy permiso para no obligarme a ser “el alma de la fiesta”, el que pone el entusiasmo en las situaciones, ni ser la persona que pone el calor humano en el hogar, la que está dispuesta al diálogo para resolver conflictos cuando los demás ni siquiera lo intentan. 
 No he nacido para entretener y dar energía a los demás a costa de agotarme yo: no he nacido para estimularles con tal de que continúen a mi lado.
Mi propia existencia, mi ser; ya es valioso.
Si quieren continuar a mi lado deben aprender a valorarme.
Mi presencia ya es suficiente: no he de agotarme haciendo más. 

 Me doy permiso para no tolerar exigencias desproporcionadas en el trabajo.
No voy a cargar con responsabilidades que corresponden a otros y que tienen tendencia a desentenderse.
 
Si las exigencias de mis superiores son desproporcionadas hablaré con ellos clara y serenamente. 
Me doy permiso para no hundirme las espaldas con cargas ajenas
Me doy permiso para dejar que se desvanezcan los miedos que me infundieron
mis padres y las personas que me educaron. El mundo no es sólo hostilidad, engaño o agresión: hay también mucha belleza y alegría inexplorada. 

 Decido abandonar los miedos conocidos y me arriesgo a explorar las aventuras por conocer. Más vale lo bueno que ya he ido conociendo y lo mejor que aún está por conocer. Voy a explorar sin angustia. 
Me doy permiso para no agotarme intentando ser una persona excelente. No soy perfecto, nadie es perfecto y la perfección es oprimente.
Me permito rechazar las ideas que me inculcaron en la infancia intentando
que me amoldara a los esquemas ajenos, intentando obligarme a ser
perfecto: un hombre sin fisuras, rígidamente irreprochable. Es decir: inhumano. Asumo plenamente mi derecho a defenderme, a rechazar la hostilidad ajena, a no ser tan correcto como quieren; y asumo mi derecho a ponerles límites y barreras a algunas personas sin sentirme culpable. No he nacido para ser la víctima de nadie.
Me doy permiso para no estar esperando alabanzas, manifestaciones de ternura o la valoración de los otros. 

 Me permito no sufrir angustia esperando una llamada de teléfono, una palabra amable o un gesto de consideración. 
 Me afirmo como una persona no adicta a la angustia. Soy yo quien me valoro, me acepto y me aprecio No espero a que vengan esas consideraciones desde el exterior. 
Y no espero encerrado o recluido ni en casa, ni en un pequeño círculo de personas de las que depender.
 Al contrario de lo que me enseñaron en la infancia, la vida es una experiencia de abundancia. Empiezo por reconocer mis valores, Y el resto vendrá solo. No espero de fuera. 
Me doy permiso para no estar al día en muchas cuestiones de la vida: no necesito tanta información, tanto programa de ordenador, tanta película de cine, tanto periódico, tanto libro, tantas músicas. Decido no intentar absorber el exceso de información. Me permito no querer saberlo todo.
Me permito no aparentar que estoy al día en todo o en casi todo.Y me doy permiso para saborear las cosas de la vida que mi cuerpo y mi mente pueden asimilar con un ritmo tranquilo.Decido profundizar en todo cuanto ya tengo y soy. Con lo que soy es más que suficiente. Y aún sobra.
 Me doy permiso para ser inmune a los elogios o alabanzas desmesurados: las personas que se exceden en consideración resultan abrumadoras. Y dan tanto porque quieren recibir mucho más a cambio. Prefiero las relaciones menos densas. Me permito un vivir con levedad, sin cargas ni demandas excesivas. No entro en su juego. 
Me doy el permiso más importante de todos: el de ser auténtico. No me impongo soportar situaciones y convenciones sociales que agotan, que me disgustan o que no deseo. No me esfuerzo por complacer. Si intentan presionarme para que haga lo que mi cuerpo y mi mente no quieren hacer, me afirmo tranquila y firmemente diciendo que no. Es sencillo y liberador acostumbrarse a decir “no”.
 Elijo lo que me da salud y vitalidad. Me hago más fuerte y más sereno cuando mis decisiones las expreso como forma de decir lo que yo quiero o no quiero, y no como forma de despreciar las elecciones de otros. 
No me justificaré: si estoy alegre, lo estoy; si estoy menos alegre, lo estoy; si un día señalado del calendario es socialmente obligatorio sentirse feliz, yo estaré como estaré. 
 Me permito estar tal como me sienta bien conmigo mismo y no como me ordenan las costumbres y los que me rodean: lo “normal” y lo “anormal” en mis estados emocionales lo establezco yo.

AUTOR: Joaquin Argente

14 comentarios:

  1. Mária, para que luego digan que las casualidades no exiten, ya había leido estas letras, pero hoy mismo estuve hablando con Ro sobre algunos de estos permisos, entre ellos hemos hablado, más o menos, de:

    "Me doy permiso para separarme de personas que me traten con brusquedad...de las que me ignoran, me niegan un beso, un abrazo..."

    "No me justificaré: si estoy alegre, lo estoy; si estoy menos alegre, lo estoy ... yo estaré como estaré. Me permito estar tal como me sienta bien conmigo mismo y no como me ordenan las costumbres y los que me rodean: lo “normal” y lo “anormal” en mis estados emocionales lo establezco yo."

    Beeeesos Sirena y Buenas Noches!!!

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  2. Ez que no hay manera... chica... tú ya me entiendes. Bonito texto, lo voy a leer otra vez, tranquilamente. Un besito

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  3. Hacía ya tiempo que no leía algo donde la libertad y la pasión de la vida como algo que no es posesión de nadie más, se reflejasen al tiempo que espectacularmente con tanta fuerza.
    Impresionada estoy por tus palabras.
    Un saludo.

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  4. Ahora soy yo la que te da las gracias por recordarme lo que se me suele olvidar...:)
    Un besote

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  5. Permitámonos SER en el sentido más amplio de la palabra.

    Adhiero totalmente a ésta proclama y me doy permiso para decirte que te quiero mucho, que eres importante para mi, y que el Universo siempre conspira a nuestro favor, aunque en ocasiones creamos lo contarrio.

    Abrazos, muchos!

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  6. Querida Mária me voy a pegar estos permisos (y otros de mi lista personal)en los anteojos, jaja, para leerlos seguido! Porque uno aprende, pero a veces se olvida...
    Un gran abrazo Mária!!!

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  7. Los permisos que nos damos,es un pacto que realizamos entre las distintas partes de nuestro psiquismo.
    En ellos intervienen 3 aspectos basicos:
    Nuestro niño,Nuestro padre(creencias y conceptos aprendidos) y el adulto.
    Con los permisos satisfacemos las necesidades emotivas de nuestro niño,con la aprobación de nuestro yo social(el padre) gracias a la intervención de nuestro adulto que es el mediador entre las dos partes.
    Es muy bueno este tipo de ejercicio y nos libera de nuestro Padre opresivo.
    Gracias Maria por compartirlo y un besote muuuuu grande!!

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  8. Tenemos que ser nosotrros mismos y liberarnos de los corses impuestos y no tolerar injusticias a nuestra perdona,
    Muy buena entrada maría.
    Me doy permiso para darte miles de besos de colores para tí

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  9. Hola maría
    Precioso poemaaaaaa
    ojala pudiéramos cumplir con todo ello..

    Un Besoteeeeee
    Sgroya

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  10. No lo conocía.
    Está muy bien.
    Yo también me he dado muchos permisos.

    Besos.

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  11. Si Maria hay que darnos permiso

    Vengo a darte un abrazo esperando te encuentres bien

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  12. Felicidades Mária por este post...con tu permiso.

    Marpin y La Rana

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  13. Me gustan estos, Me doy permiso, ojalá todos los adoptáramos, voy a intentar hacerlo yo, con todas mis fuerzas.
    Bien por su autor y bien por ti por traérnolos aquí.
    Besos, Mária.

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Gracias!!