Sin embargo, el imperio enfrenta una
crisis, una recesión global, creciente pobreza, violencia rampante,
corrupción en la política, y amenazas a la seguridad personal. Y como en
tiempos anteriores de crisis, las viejas historias han comenzado a
repetirse de nuevo. Las medias verdades, esta vez se han
repetido en los noticieros nocturnos haciendo eco a través de una serie
de conductos en internet: el imperio es fuerte, el cambio es poco sabio,
el negocio de siempre es la respuesta. En tiempos
de desconcierto hay quienes buscan añadir confusión, propagando el miedo
y las inseguridades. Aquellos que buscarían mantener la división entre
nosotros para su propio beneficio. La invasiva estrategia toma muchas y convincentes formas: Liberales y
Conservadores, Cristianos y Musulmanes, Blancos y Negros, Pecadores y Salvados.
Pero algo inesperado esta sucediendo. Hemos comenzado por compartirnos nuestras respectivas historias. Compartir nuestras vidas, nuestras esperanzas, nuestros sueños y nuestros demonios. Cada segundo, diariamente, a todas horas durante la noche, los intrépidos detalles de la vida en este planeta viajan a través del mundo. Y mientras vemos la vida de los demás interpretarse en nuestras propias salas de estar estamos comenzando a entender las consecuencias de nuestras acciones y los errores del pasado. Estamos cuestionando viejas verdades que afirman que estamos diseñados para consumir y no para crear, y que el mundo estÁ ahí para que lo tomemos, que las guerras son inevitables, y que la pobreza es ineludible. Mientras más aprendemos de nuestra comunidad global una verdad fundamental se ha revelado: no somos tan diferentes como pareciera que somos. Cada ser humano tiene fortalezas, debilidades, y emociones profundas. Labramos amor, amamos la risa, tememos la soledad y soñamos con una vida mejor.
Pero algo inesperado esta sucediendo. Hemos comenzado por compartirnos nuestras respectivas historias. Compartir nuestras vidas, nuestras esperanzas, nuestros sueños y nuestros demonios. Cada segundo, diariamente, a todas horas durante la noche, los intrépidos detalles de la vida en este planeta viajan a través del mundo. Y mientras vemos la vida de los demás interpretarse en nuestras propias salas de estar estamos comenzando a entender las consecuencias de nuestras acciones y los errores del pasado. Estamos cuestionando viejas verdades que afirman que estamos diseñados para consumir y no para crear, y que el mundo estÁ ahí para que lo tomemos, que las guerras son inevitables, y que la pobreza es ineludible. Mientras más aprendemos de nuestra comunidad global una verdad fundamental se ha revelado: no somos tan diferentes como pareciera que somos. Cada ser humano tiene fortalezas, debilidades, y emociones profundas. Labramos amor, amamos la risa, tememos la soledad y soñamos con una vida mejor.
Tú debes crear una vida mejor.
No puedes sentarte en tu sofá viendo televisión o jugando videojuegos, esperando a que una revolución suceda…
Tu eres la revolución.
Cada vez que decides no
ejercer tus derechos, cada vez que te niegas a escuchar un punto de
vista distinto, cada vez que ignoras el mundo a tu alrededor, cada vez
que gastas un dólar en negocios que no retribuyen un pago justo estas
contribuyendo a la opresión del cuerpo y la mente humana. Tú
tienes una alternativa, la opción de tomar el camino fácil, el camino
familiar, de caminar voluntariamente hacia tu propia sumisión. O la
opción de levantarte, de caminar afuera y hablar con tu vecino, de
involucrarte en nuevos foros para forjar un cambio significativo,
peremne, para la raza humana.
Este es nuestro reto:
Una revolución pacífica, una revolución de ideas, una revolución de creación. La iluminación del siglo XXI. Un
movimiento global para crear una nueva era de tolerancia y
entendimiento, de empatía y respeto. Una era de desarrollo tecnológico
sin restricción. Una era de cooperación y de compartir ideas. Una era de expresión personal y artística.
Podemos elegir utilizar una nueva tecnología para gestar un cambio
radical, positivo, o para que sea utilizada en nuestra contra. Podemos
elegir mantener internet libre, mantener los canales de comunicación
abiertos y cavar nuevos túneles hacia los lugares en donde la
información aún está guardada. O podemos dejar que todo se cierre a nuestro alrededor. Mientras nos
trasladamos hacia nuevos mundos digitales, debemos aceptar la necesidad de información honesta y expresión libre. Debemos
luchar para mantener internet libre como un espacio para el intercambio
de ideas en donde todos estamos ubicados igualitariamente. Debemos
defender nuestras libertades ante aquellos que buscan controlarnos.
Debemos luchar por aquellos que aún no tienen una voz. Continúa contando
tu historia. Todo debe ser escuchado.
http://planetagea.wordpress.com/
¿Sabes mária? Esta no es una nueva guerra, sino la misma que lleva durando siglos. Los medios cambian, las batallas se extinguen y surgen otras nuevas, pero es la misma batalla: la batalla de un ser humano más maduro, respetuoso con su entorno -incluyendo al resto de la humanidad-. Un mundo respetuoso y solidario en el que disfrutar del placer del afecto sin temor a ser víctimas del egoísmo.
ResponderEliminarMás de una vez he dicho que correr más rápidamente no sirve de nada si no sabes a dónde vas. Tenemos nuevos medios, medios más rápidos, seguros y eficaces. Pero seguimos sin utilizarlos bien. Seguimos apuntando a objetivos que invalidan cualquier buen propósito.
En "Homo Novus" cito, reflexiono y propago la voz de Epicuro, un gran ser humano que vivió hace unos 2.400 años. Es tremendo el parecido de su mundo y el nuestro. Del mundo intelectual y moral, por supuesto.
Pero no pienses que mi visión es pesimista. Tampoco optimista. Sólo hay un camino: mejorar nuestra humanidad. Y ya que hay que hacerlo, hagámoslo con alegría. Porque sí...
Un gran abrazo mária. Feliz fin de semana.
Por cierto ¿el trastillo que está en la foto boca abajo, colgado de una estructura, eres tú? Lo de trastillo, dicho con todo el cariño :)
Gracias Maria por recordarnos.
ResponderEliminarBesos
Creo que Internetes el invento del siglo y servirá para hacerlarevolución hacia la justiciasocial, hacia el respeto,hacia el conocimiento total de ida y de vuelta, en donde todos los seres humanos del planeta sepamos de aquel poblador del último rincón de la tierra. Un gran abrazo
ResponderEliminarTodavía hay esperanza por lo que veo.
ResponderEliminarOjalá que lo logremos.
Besos.
Hoy dia, esa cosa que llaman Mercados nos tiene agarrotados... Esto se ha hecho muy grande y nadie conoce siquiera a los que mandan...
ResponderEliminarUno se siente perdido, amiga...
Una entrada interesante amiga y complicada de contestar, el mundo dá la sensación que se está volviendo loco en algunos aspecto y sin embargo en otros es una maravilla pero creo que se vive muy deprisa y estamos olvidando las cosas más sencillas que son al fín y al cabo lo que nos hace ser feliz.Besitos
ResponderEliminarA las barricadas, malditos insensibles.
ResponderEliminarQue lindo mária! esto me lo llevo para recordarmelo cada vez que se me olvide.
ResponderEliminarMuchas gracias!
Y la canción, que bonita! me ha emocionado.(estoy de un sensible ultimamente!..)
besitos
HOLA MÁRIA.
ResponderEliminarQUE BUENA REFLEXIÓN, CUANTA VERDAD HAY EN ESAS PALABRAS.
BUSCAR NUESTRO CAMINO, COMPROMETERNOS CON NUESTRAS IDEAS Y DEFENDERLAS, EXPRESAR LO QUE LLEVAMOS DENTRO CON CONVICCIÓN.
BUEN MENSAJE, AMIGA.
UN BESO
Genial esta reflexión: si quieres puedes, y si puedes, porque no lo intentas? Te sigo y espero aportar algo para mejorar esto. Besos.
ResponderEliminarMaría,internet nos interrelaciona y nos facilita el entendimiento y el avance en el conocimiento interior del ser humano.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo MARÍA.
M.Jesús
Yo no pierdo la esperanza, sueño con un mundo mejor, es la única forma de soportar algunas cosas y no hundirse en el abismo.
ResponderEliminarPor supuesto que es labor de todos.
Mis mejores deseos para ti, Mária, y para todos.
Cuando la voz se alza en beneficio de muchos, ruedan las vendas, para el bien de todos...
ResponderEliminarLibertad de expresión, derecho de todo ser humano.
Gracias María, muy buena entrada.
Saludos