“Te duele el cuerpo porque quieres ver la luz con los ojos, pero la luz que tú buscas solo se ve cuando los cierras”.
domingo, 13 de junio de 2010
La despedida
Bañaba el sol la tarde,
en reflejos dorados el otoño
lloraba sus hojas amarillas
y nuestros mudos labios palpitaban,
un anhelo de palabras sencillas
cubrían nuestras almas
como un oscuro manto
ese silencio angustioso de toda despedida
al ver que sus pupilas se anegaban en llanto
¡Como un cristal sonoro se rompió la vida!
De mi amigo Erich Paul Klausch
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Hola María!! Qué hermoso y triste!! Me encantó al igual que el video.
ResponderEliminarBESOSSSS
Una preciosidad, el poema y el vídeo.
ResponderEliminarMe encanta el otoño, sus reflejos dorados, las hojas secas, los atardeceres...
Besos, Mária.