Hace tiempo, en un lejano
pueblo, había una casa abandonada.
Cierto día, un cachorro, buscando refugio del sol,
logró meterse por un agujero en el portón de la residencia. Subió lentamente las
viejas escaleras de madera hasta que se topó con una puerta semi-abierta: y se
adentró en el cuarto, cautelosamente. Con gran sorpresa, se dio cuenta que
dentro de esa habitación había mil perritos más observándolo tan fijamente como
él a ellos, y vio asombrado que todos los cachorros comenzaron a mover la cola,
exactamente en el momento en que él manifestó alegría. Luego ladró festivamente
a uno de ellos y el conjunto de canes le respondió de manera orquestada,
idéntica. Todos sonreían y latían como él.
Enrique Mariscal
Cuando se retiró del cuarto se quedó pensando en lo
agradable que le había resultado conocer el lugar y se dijo: " Volveré más
seguido por aquí."
Pasado un tiempo, otro perro callejero ingresó al
mismo ambiente. A diferencia del primer visitante al ver a todos los congéneres
del cuarto, se sintió amenazado, ya que lo miraban de manera agresiva, con
desconfianza. Empezó a gruñir; y vio, maravillado, como los otros mil perritos
hacían lo mismo que él. Comenzó a ladrarles y los otros también hicieron lo
mismo ruidosamente.
Cuando salió del cuarto pensó: "Que lugar tan horrible
es este. Nunca regresaré."
Ninguno de los canes exploradores alcanzaron a reparar
en el letrero instalado en el frente de la misteriosa mansión": "La casa de los
mil espejos."
Los rostros que observamos del mundo son espejos. Tu
mirada es todo lo que consigues obtener de la realidad. Cada percepción
demuestra las posibilidades de proyección y de captación que nos
permitimos.
Las cosas más bellas de la vida no se ven, se captan
con el corazón.
Si las puertas de la percepción estuviesen totalmente
abiertas descubriríamos que navegamos en el infinito. Como están semi-cerradas,
la vida, al igual que el eco, o el espejo, nos devuelve lo que hacemos. La
visita por la casa terráquea es muy fugaz.
Consigue un espejo, sonríele al personaje que aparece
y no te enojes no te asustes si te contesta con una divina
carcajada.
Enrique Mariscal
Hola María!! Me gustó mucho. Es verdad la imagen del espejo te devuelve lo que decidas o muestras de tu interior. Me gusta cuando me devuelve una carcajada.
ResponderEliminarBesossssss
María, que bello post... somos espejos los unos de los otros para bien y para mal; por eso lo que más nos molesta en alguna persona seguramente es la proyección de lo que no aceptamos de nosotras mismas y por eso, como tan bien expresa el texto, si sonreímos y entregamos energías positivas, los espejos que nos rodean nos retribuyen de igual forma.
ResponderEliminarAprovecho de invitarte a conocer:
"El Sur también existe"
http://www.elsurnuestro.blogspot.
com
Abrazos fraternos!
Conocía la historia porque me la envío un amigo... seguramente nos vendría bien recordar esta historia cuando nos despertamos, para tratar de reflejar lo que deseamos. Besos Mária.
ResponderEliminarBello, muy bello. Al espejarme en el "otro", lo que se refleja nos devuelve nuestra imagen interna. Frente a ese "espejo" no podemos mentirnos ni enmascararnos porque lo que vemos en el, eso somos.
ResponderEliminarabrazo infinito