La entrega

 



Hay ranas que permanecen en letargo durante años enterradas, esperando una gota de lluvia.
También hay nubes que viajan por todas partes y se cargan de millones de gotas y no la entregan hasta que aparece una rana dispuesta a recibir.
La rana y la gota son una misma cosa. Hay en ambas un acuerdo inconsciente de encontrarse en el mismo acto de la entrega. La rana tiene que salir y la nube tiene que descargar...
Nada puede suceder en la vida de un ser humano si no hay entrega.
Hay dos partes que se abren, se dan y se reciben al mismo tiempo. Se funde y confunde el origen y el destino.
La entrega es una consecuencia de este fenómeno de dar y recibir.
El fenómeno de la entrega es la razón máxima de existir.
La entrega es la sincronía del alma.
El encuentro de quien se ha abierto y entregado a la vida y a lo que en ella sucede es inevitable.
Yo soy tu espejo y tú eres mi espejo. Nos vemos mutuamente. Y cuando esa mirada de repente trasciende las formas y penetra en lo profundo del Ser...sucede el fenómeno de la conexión eterna.
Se establece así un acceso directo a la divinidad a través de lo humano.
Por eso es tan enriquecedor vivir desde el corazón. Porque el corazón es el que regala la experiencia de unidad con el otro y con el todo.
Nos prepara el acceso directo al Ser.
Alberto Varela