Un día muy intenso el de ayer. Murió una amiga de hace muchos años, vecina y con muchas historias vividas juntas, nuestros hijos amigos...ella, la niña, en un tiempo alumna mía de ballet. El mismo instituto, el mismo parque, risas y llantos compartidos. Tantas cosas vividas!!.
Y quiero confesar que no me he portado bien con ella. Nuestros hijos se distanciaron y me desentendí de su enfermedad. No es por disculparme pero no sabía como entrarle y lo fuí dejando, dejando. Ayer, en la incineración fuimos los dos a pedir perdón y a decir que lo habíamos hecho mal. Nos abrazamos. Nos perdonaron.
El viaje de ida fué mágico. Ibamos mi hijo y yo con la emoción contenida. El sol estaba casi en el ocaso y aparecía o desaparecía cuando ganabas o perdías altitud. Se reflejaba sobre un prado de flores amarillas y era de una total belleza. Todo era más absolutamente hermoso de lo hermoso habitual. El sol se reflejaba tambien en el agua del inmenso pantano, al que atraviesas por el aire, por una de esas construcciones que hacen los humanos. Mi hijo me decía cuando le decía que admirara las bellezas; "Si... pero no te choques".
Casi por primera vez las palabras de un cura sonaron absolutamente bellas....resonaron en mí....tambien en mi hijo, que creo que no ha ido nunca a una misa.
Y como la vida es así...como nos llega.....de la manera que ella quiere y cuando quiere, fué ayer tambien cuando nos enteramos de la muerte de Albertito. Esa muerte que andaba acechándole y que él reuía con su alegría y su vitalidad de siete años. Si, siete años ha estado este ángel entre nosotros, enseñándonos como se puede ser grande, inmenso, bello, fuerte, tierno, delicado, amoroso, con sus siete bellos años. Y nos dió una lección de vida, una lección de fé. Y no sólo él, tambien su familia, de una entereza que hace sentirle a uno el ser más "quejica" del universo.
Mi forma de entender la vida, ahora, en estos tiempos, hace que pueda trascender todas estas situaciones y aceptar la vida como es.....con todas sus bellezas....porque las miserias ya no puedo verlas.
Vuelvo a pedir perdón desde mi corazón y agradezco al universo que me haya dado la oportunidad de haber conocido seres tan bellos.....tan bellos.
Ninguno de los dos estará en el cielo....con sonrisa boba y con ojos en blanco.
Ya oigo sus risas....sus tremendas carcajadas....y sus juegos.
Perdon, perdón, perdón desde mi corazón.
Mi vida no es fácil (como la de nadie, me supongo) y me hace pasar por pruebas duras.
Hay mañanas en las que me despierto con una montaña ante mis ojos......soplo... y esa montaña desaparece.
Hay otras mañanas que tengo que subir la montaña....para poder ver desde allí toda la inmensidad y las bellezas de la vida.
Algunas...como ahora....parecen inabordables, pero no lo son......primero derramo mis lágrimas para ablandar el terreno.....y con mis manos...con mis pies...con mi boca....voy cavando un túnel, en el que corre un arroyo. Desesperadamente, porque no hay vuelta atrás, consigo llegar al otro lado....donde siempre me espera la luz de infinitos rayos....mis arcoiris....mis pájaros....mi silencio.
Lo siento mucho, Maria.
ResponderEliminarTe mando un abrazo muy fuerte.
A ellos seguro que también les estaba esperando la Luz.
Un fuerte abrazo María, mucha Luz para tu amiga.
ResponderEliminarhermoso escrito maria, ¿a cuantos no nos ha pasado que se nos va la oportunidad de amar a un ser querido más allá del pensamiento?, mueren porque su vida cumple su ciclo y nos damos cuenta de nuestros egoísmos o distracciones que nos separaron de ese ser en algún momento. Me gusta ver como tu pudiste perdonarte, porque debemos aceptar nuestros errores para intentar aprender de ellos.
ResponderEliminardiosserviciounidad
How do you play Barcelona in this year?
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