“Vuelo en alas del amor por toda la casa. Tengo la impresión de andar
dos pasos por el suelo y cuatro por el aire. Esto es amor: Y es
consuelo.
No me preocupo si es consuelo. No estoy apegado a las consolaciones.
Amo a Dios. El amor me lleva por todas partes. No quiero hacer nada más
que amar. Y cuando suena la campana tengo que dominarme apretando los
dientes, porque este amor, amor secreto, amor escondido y amor oscuro,
bulle dentro de mí y fuera de mí, donde no me cuido de hablar sobre él.
En todo caso carezco de tiempo y de fuerzas para tratar tales materias.
Sólo me queda tiempo para la eternidad, es decir, para el amor, el amor,
el amor.
El amor me empuja por todo el monasterio, me hace moverme de un lado a
otro, el amor es lo único que me permite seguir adelante. El amor,
cuando comienza, lleva un paso tan rápido que hay que sujetarse bien
para no caer. Cualquier ritmo de celeridad es demasiado lento para el
amor; en tanto que ninguna velocidad es excesiva para uno cuando se deja
arrastrar por el amor. Tras ello sólo queda bogar de continuo sobre su
corriente.
Esto me abrasa. Estoy completamente agostado por el deseo, y sólo
acierto a pensar en una cosa: permanecer en el fuego que me quema”.
Thomas Merton
El amor es todo...somos amor, y debemos emanar amor sin resistirnos para fluír en él y entregarlo...
ResponderEliminarGracias,
Abrazo imenso!
Gracias María por este texto.
ResponderEliminarMe gusta pensar, ama hasta que duela.
Un fuerte abrazo de luz, Mirta