El espíritu nos brinda acceso a una emoción que no se puede sentir aisladamente: la compasión. La palabra compasión viene de una raiz que significa "sufrir con" y es por esa razón que muchas personas la temen.
Una tarde gris en la que hablaba en Boston uno de los participantes me preguntó: "¿Cómo puedo sentir compasión por las víctimas de esta tragedia sin que me lastime?. No deseo sufrir, sino ofrecer amor y paz". Fué una pregunta muy sincera y espero haberla respondido de la misma manera.
"Permítase sentir ese dolor de los demás. Déjelo penetrar dentro de su ser y no tema salir maltrecho.
El hecho de tratar de impedir que el dolor del otro penetre en nosotros es producto del temor por nuestra propia seguridad; invocamos la seguridad para refugiarnos al interior de nuestras propias murallas. Sin embargo, la verdad es que su dolor y el dolor de las víctimas es uno solo. Nos hace humanos a todos".
La compasión es uno de los sentimientos más venerados y santos porque avanza hacia las primeras filas del sufrimiento para decir: "Tómame". Al darnos a nosotros mismos vivimos la experiencia directa del dolor, pero con la entrega del amor. Por tanto, la compasión tiene el poder de disolver el dolor al no evitarlo, al confiar en que el amor ofrece la mayor de las protecciones.
Erigimos la más sólida de todas nuestras defensas cuando descubrimos que hay una realidad más fuerte que el dolor: El AMOR.
Deepak Chopra
El perdon: Cien reflexiones.
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